viernes, 27 de mayo de 2016

Mentiras

La gente, la gente, la gente, y otra vez la gente.

Todo es criticar, hasta los curas lo dicen.

Cuando Don Max Estrella bajaba por la Calle de Fuencarral, con su sombrero y su bastón daban ganas de cantarle al Sol.

Al Sol,

El Sol ese astro que nos ilumina las mañanas, es amarillo, ¿te acuerdas?

Y da calor.

Cuando Arthur Rimbaud estaba solo, en su habitación de Charleville nadie pensaba en él.

La envidia es como un puñal.

Siempre es mejor abrir los ojos.

Los ojitos pequeños, para no perder el tiempo.

A qué hay que andar recto por la vida, pues la vida es tener un poco de cariño en el corazón.

En Italia, la Patria de Dante y de Don Giuseppe Mazzini, que nació en Génova y murió en Pisa, donde la torre se inclina, de Italia viene el sol que alumbra nuestra Patria.

En esta miseria que nos quieren hacer y provocar, nos tendremos que alzar.

Lo primero que se alzan son las palabras, siempre.

A las palabras les siguen las manos, los dedos, y las pestañas.

Yo, como usted, lo ando todo por la vida, luchando cuerpo a cuerpo con la muerte.

Y clamando a Dios.

Todos los días pienso en ti, desde que me levanto hasta que me acuesto.

Yo sé que hay muchas cosas buenas y por eso nos sigues aguantando, yo sé que tu amor es infinito, pero si no te conozco en esta vida al menos déjame sentir tu presencia.

sábado, 21 de mayo de 2016

Sin talento

El talento no es una cosa que se pueda tirar a la basura.

Es la primera vez que lo oigo, "Están machacando a la juventud"

Yo ya no soy joven, pero cuando oigo esas cosas me dan ganas de llorar.

Qué importante es decir lo que se piensa, y se se siente.

PARA DECIR LA VERDAD.

Me siento impotente, porque uno se imaginaba la vida llena de luz y esperanza, y de poemas, y de mujeres bonitas.

Todo acaba en en una obsesión, que se va pintando del color de la caca.

Pero como el Sol sale para el mundo, siempre habrá una niña que no esté de acuerdo.

Y en esos ojos tan bonitos, y en esa boca y en ese pelo, se alzará la poquita verdad que nos queda en el corazón.

Barcelona

Hace ya algunos años, sí, unos años, me encontraba yo en Barcelona, en esa enorme ciudad.

Y estaba perdido, y no sabía dónde ir.

Fue entonces, que en el metro unas señoras me buscaron y me dijeron que tren tenía que coger.

Primeramente había salido de fiesta, con mis amigos, los anormales.

Había dos chicas muy guapas que me hacían ojitos, pero yo no podía, no podía casi ni anudarme los cordones de los zapatos.

Tan solamente quería mirar un poco el mar.

Que mis manos y mis pies, y sobre todo mis ojos se dejasen llevar por el fragor del Mediterráneo.

En Barcelona.

Iba yo, cantando una canción por Las Ramblas, bajando la calle toda por delante.

Es un poco bohemia, Barcelona, a decir la verdad, dan ganas hasta de ponerse una margarita en la cabeza.

Aún así y todo la noche es oscura y alberga horrores. Y en las esquinas de Las Ramblas se esconden, como en Madrid, en la Gran Vía, las viejas criaturas que tratan de robarte el alma.

Pero el alma, en Barcelona, no se pierde, y hasta llegado el caso, siempre encontrarás a tres amables señoras que en el Metro te mostrarán el camino.

Y así, paso a paso, vuelves entero a casa.

Porque ni la bondad, ni el olvido, ni la alegría se pueden perder nunca, por más que uno ande caminando solo por la vida. Siempre habrá alguien que te dará la mano, y te ayudará, y hasta te podrá cuidar.

No son las Ramblas de Barcelona el camino preciso de mi bohemia, mas guardo la ternura, y la amabilidad que representaban sus arrugadas manos, y la luz de sus ojos redondos.

viernes, 20 de mayo de 2016

Lo que no se puede decir...

Había una vieja canción.

Y no me voy a decir aquí cómo la cantaban, más que como abogado, sino como poeta, estoy completamente dispuesto a decir la verdad, no por el lucimiento personal, sino por la absoluta necesidad de dar voces a los que no la tienen.

En las críticas, las viejas recriminaciones ya sean marxistas o burguesas se suele aludir la misma cosa.

Las voces de nuestra sociedad, de nuestra supuesta sociedad, se van perdiendo en los ecos de hace 2.000 años, y es que lo que no acaba de comprender la gente, las personas, es que tan solo, la humildad, el respeto, la consideración y la caridad nos podrán salvar del abismo que la ausencia de nuestra alma nos puede deparar.

Como abogado del turno de oficio, que no es poca cosa, en Oviedo, o en Avilés, o en Cangas de Onís, que fue también capital de España, que está tan cerca de donde la Virgen María bendijo a este país, los ves traer engrilletaos, como si fuesen perros, escoltados, como si fueran terroristas de Al- Qaeda, con sus chalecos antibalas su pistola y sus pinganillos.

Mira, yo tengo la obligación moral de reírme de vosotros.

Sea o no sea capaz de lograr publicar una gran novela.

Mi deber íntimo es recordar a Don Miguel, porque si bien es cierto en un primer momento se adhirió, luego se retractó.

Porque no nos gusta, como nos enseñó nuestro Rector, el Rector de España, Miguel de Unamuno, no no nos gusta ni la chulería ni el machismo, pero por encima de todo no nos gusta el mal olor.

A mí me gusta la poesía,

y el aire libre.

Como decía José Antonio "Las derechas, sí, invocan a la Patria, invocan a las tradiciones; pero son insolidarias con el hambre del pueblo, insolidarias con la tristeza de esos campesinos que aquí, en 
Andalucía, y en Extremadura y en León, siguen viviendo como se vivía hace 500 años, siguen viviendo como desde la creación del mundo viven algunas bestias. Y esto no puede ser así".

La mujer roja

OJO, CONTIENE SPOILERS!!!!


Por darle ese título al primer capítulo de la esperada sexta temporada, los creadores de Juego de Tronos no pretendían darle una novia a Pablo Iglesias, más quisiera él...

Melissandre, que en las novelas ejerce un poder esencial, tanto que casi se escapa del papel, en la televisión acaba por trascender de una manera impactante, y ello, sin duda es gracias a la actriz que la interpreta, y es que la belleza de esta mujer es, no sé, de alguna manera, es eso que pone la RAE cuando ni siquiera lo podemos expresar con palabras.

¿Cómo era?

Inefable.

Es aquello que no se puede describir con palabras.

Para los poetas no es para nada una maldición, sino todo lo contrario, pues así podremos pasarnos la eternidad escribiendo sin parar, tratando de alcanzar las fórmulas que más se acerquen, intentando dibujar la figura magnífica que se forma alrededor de su corazón de fuego.

Yo sé que no lo lograré jamás, mas sería feliz en esa eterna contemplación.

Aún así y todo, en la Serie, y muy a pesar de los pesares, la última escena de ese primer capítulo habrá hecho sacudirse a más de uno. En el fondo es mejor, ya que representa una mujer bella, por la cual naciones enteras se habrían arrostrado a la guerra, tal que la mismísima Helena de Troya, que guarda un terrible secreto.

Su sabiduría.

Es una mujer anciana, con la piel marchita, que al abrocharse el collar que rodea su excelso cuello la convierte en una criatura inmortal.

Y eso representa la belleza de Carice Van Houten, la bondad del mundo hecha carne, la astucia física que es capaz de robarle el corazón a cualquier hombre.

Pero, ¿por qué?

Porque tiene cuatrocientos años.

Y contra cuatrocientos años hechos carne nadie puede decir absolutamente nada.

Contra eso bajamos las lanzas y tiramos los cuchillos al suelo.

sábado, 14 de mayo de 2016

Gary Cooper, que estás en los cielos...

Lo que hacemos en esta vida tiene sus ecos en la eternidad...

Quizás no sea necesario plantearnos metas demasiadas altas, ni pretender cambiar aquello que es imposible de cambiar, puede que tampoco valga la pena imaginar mundos mejores, a lo mejor lo único que se logra es saber quien es uno y donde está.

De todas las cualidades que nos acercan un poquito a Dios, de todas ellas, sin duda, y a pesar de pisar muchas piedras por el camino, la mejor de todas se llama Humildad.

Es muy importante una persona que haya sido capaz de crear muchas empresas, y de ganar mucho dinero, yo no digo lo contrario, porque el esfuerzo y el trabajo son cosas que se han de reconocer y recompensar.

Y sobre todo, el bien que le haces a los demás, porque lo que es fácil para ti, ayuda a mucha gente, y construye una pequeña sociedad en la cual hay un plato de lentejas todos los días en la mesa.

Si a eso se le añade esa palabra, y esa actitud, es evidente que ya no se puede discutir absolutamente nada.

Cuando el silencio, y la apatía, y las cosas oscuras que te rodean, tratando de asediarte, te miran a los ojos, de una manera impasible, de una forma tenebrosa, te das cuenta que no siempre has tenido la razón.

De todas las cosas bonitas que un hombre puede llevarse, a lo largo del camino, en los bolsillos, la mejor de todas, que se guarda en una bolsita de cuero, es la integridad.

Si Dios se dignase a perder el tiempo con nosotros, una vez que nuestras manos se enfriasen, y nuestra cara que en otro tiempo le dijese algo a una chica...

Es un tiempo tan maravilloso, tan valioso, que la vida se erige como una estatua que se esculpe.

Unos vamos cruzando la vieja y antigua noche, con las manos escondidas en los bolsillos raídos del chaquetón, imaginando palabras, inventando mundos de colores, pero al final, nos encontramos en el mismo camino polvoriento.

Porque todos somos iguales, tenemos las mismas piernas, y las mismas manos, y los mismos ojos que miran, el mismo corazón que palpita, y el mismo sentimiento al escuchar la verdad.

Y las mismas pestañas y los mismos dedos, y hasta las mismas uñas, que entre golpe y golpe tratan de aplastar la maldita soledad.

Es probable que Mr Cooper se haya ido al Cielo, al haber comprendido que es mejor arrodillarse que hacer tonterías, que es mejor escuchar lo que nos cuentan las viejas canciones, que es preferible esa vieja Religión que nos alienta a mirar dentro, para no caminar con los zapatos sucios y poder de una vez recuperar la dignidad.

viernes, 13 de mayo de 2016

Fátima

Cuando el mundo se presenta como un mecanismo implacable bajo el cual todos vivimos sujetos, tal que una máquina llena de engranajes ideados por un ser sin alma que avanza de una manera inexorable hacia la consecución de una sociedad hipócrita, en la cual nos vamos olvidando día a día de lo que somos, esclavos de una voluntad ajena que nos aleja de todo aquello para lo que estábamos destinados...

Siempre hay días como éste, en el cual la Libertad, y el sentimiento humano se ejemplifican en la historia de tres niños pobres. De tres pastorcillos, que no tan lejos ni de aquí, ni en el espacio ni en el tiempo, fueron testigos de un milagro.

En un campo de Portugal, en el lugar más humilde que se puede imaginar, sus pequeños corazones, a través de sus ojitos contemplaron lo que nos prometieron una vez.

Es una Luz antigua, Eterna, que no se agota jamás, que les hace unir sus pequeñas manos, para mirarle a los tres juntos, como pequeñas figuras de papel en las cuales se dibuja una humanidad que se pierde y se olvida de lo suyo a fuerza de dar vueltas alrededor del sol.

Son tres niños, muñecos de carne y hueso que la miran con su mirada redonda, llenos de la misma luz que les da Ella.

Y se lo da todo como un regalo, como si hubiesen dejado un dientecito debajo de la almohada.

Porque las mejores cosas, son siempre gratis.

Si no te conozco en esta vida, al menos déjame sentir tu Presencia.


martes, 10 de mayo de 2016

Eva Green y los tormentos que nos afligen

A lo largo de la edad, el tiempo pasa, entre whisky y whisky, recorriendo la banda, tratando de
conseguir un regate casi imposible que te ayude a colocar el balón entre las redes. Otras veces, cansado de esperar el centro, a la desesperada, lo intentas por ti solo, con el riesgo de que te roben la pelota, y te condenen para toda la Eternidad. Sin saber, que en el momento que te escabullas del último, serás capaz de meterla por toda la escuadra.

De todas las palabras bonitas que se inventaron en nuestra lengua, una de mis preferidas se pronuncia muy parecida a la esperanza, porque tiene la sonoridad necesaria que una vez se escucha, es capaz de alcanzar con su eco los lugares más necesarios y solitarios del alma.

Si noventa minutos dan para ganar un partido, una vida da lo suficiente para ganarse la felicidad.

En la soledad del delantero, que es al que si no marca se le echa el muerto encima, reside el momento efímero que nos aboca a lo bueno a lo malo.

Más allá de las épocas, más allá de la duda, y sobre todo, mucho más allá del miedo, reside el ansia del triunfo y de todo aquello que nos permite levantar el vuelo.

El Demonio, y sus huestes malditas, que por encima de todo nos acosan a cada paso, no son más que los eternos enemigos, que tratarán en todo momento de quitarnos la luz de la mirada.

El porqué. No lo sé.

Lo que sé, es que no segaremos sombras en silencio, que cada vez que se bombee un balón al área tendremos la oportunidad de rematar, de llevar el balón lejos de las manos de su portero de tres cabezas.

Como Eva Green en esta Serie que ya es mejor que Juego de Tronos.

sábado, 7 de mayo de 2016

Jon Nieve vive

La historia se las trae, pero es que tiene que ser así.

Cuando George R.R, Martin estuvo en Avilés, vino a comer un cordero a la estaca, en una sidrería muy cerca de aquí, yo ya sabía que iba a montar una movida así. Nunca lo he contado, pero estuve hablando con él, le enseñé la única novela que he publicado, y él, que es un tío muy campechano, me animó a seguir escribiendo.

Me decía que en Minnesota los inviernos suelen ser duros, pero que no le da como a otros, como Stephen King, de coger una caravana y largarse al bosque, y una vez allí ponerse a trabajar con las paranoias.

Yo soy más de Kansas City le dije, y de los pueblos perdidos en la inmensidad del Medio Oeste.

Tampoco os lo he contado nunca, pero una vez, un chico americano nos llevó a su casa y nos puso una peli de Wyatt Earp, "para que tengáis un recuerdo del Oeste Americano".

Yo ya les digo que lo mío es más tradicional, y que llevo un poquito el Parnaso tatuado en los epitelios. Hice un Erasmus en Reims, la ciudad donde coronaban a los antiguos reyes de Francia, pero que lo hice sin querer, y muy cerca de allí está Charleville.

En Charleville vino al mundo Rimbaud. Sí. Vino al mundo cuando acababa de nacer. Y aunque yo no lo sabía, me insuflaron ese espíritu, me lo fueron soplando día a día, como el que te cuenta una confesión al oído.

Y luego, en París, al pasear con la única compañía de las palabras, me di cuenta que las aguas del Sena bajaban llenas de esperanza.

Soy y vivo en una época, en un mundo y en una realidad que ya no existe, me imagino un mundo de colores, y un montón de chicas guapas que en el pelo llevan flores.

En la inmensidad de la capital de España, bajando por la Gran Vía, fue cuando, paso a paso, sin que nadie lo oyera, me dijeron, en el dialecto que sólo entienden las farolas, que no iba a ahogar mi voz en el vacío inerte.

A lo largo del camino.

Mi modernismo está cargado de palabras, Es una amnesia maldita que juega con la sinestesia, es un astro pequeño que se pierde en la inmensidad de la galaxia, es un juego antiguo, es un poeta parnasianista que va con los bolsillos raídos en la mitad del invierno.

Y entre sueños, complicidades y versos que no riman, acaba proclamando lo que lleva en sus adentros.

viernes, 6 de mayo de 2016

Un país a la deriva

"Es obvio que las señoritas están en su derecho de alardear de ser putas, libres, bolleras o lo que quieran ser, pero esa conducta realizada en el altar, espacio sagrado para los católicos al encontrarse allí el Sagrario, lugar donde según sus creencias se encuentra su Dios, implica un ánimo evidente de ofender", recoge el escrito.

"La ridiculización del papel de la mujer en la Iglesia, las frases con rimas pretendidamente ingeniosas, el mostrar el torso desnudo o el sujetador en un espacio que para los católicos es sagrado, el alarde de su forma de vivir que implica expresiones que llevaban pintadas en su torso, tales como 'violenta, bollera, puta, libre, lesbiana, supera con mucho la libertad de expresión", asevera.

"Quitarse el sujetador, sin más no es delito. Pero en nuestra cultura la forma de vestir o no vestir, implica una falta de respeto y consideración frente al otro. En la playa es normal estar sin sujetador para broncearse todo el cuerpo. Pero era un templo, no una playa. En el presente caso, la conducta de la acusada quedándose en sujetador, traspasa lo que podría ser una falta de protocolo o de saber estar", reseña.

Es obvio que, como dice el Fiscal Jefe de Madrid, las frases de la Fiscal que lleva el caso de Rita Maestre, se han sacado de contexto, y, honestamente, no le falta razón a la Señora en lo que dice, al fin y al cabo, eso, que Doña Rita lo haga en su casa, y no en una capilla, porque lo que ha ido a hacer allí es ofender, algo innegable, que por mucho se quiera alegar la Libertad de Expresión, como defiende su Letrado, no cuela.

El principio básico de convivencia se podría resumir en aquello que decía que mi libertad termina donde empieza la de los demás.

De puertas para adentro uno puede hacer lo que le sale de los mismos, o en el caso de ellas, del mismísimo, pero fuera no, y mucho menos en una casa que no es tuya, a la que vas a provocar.

No tiene más recorrido la historia, tan sólo reconocer que hay que tener un mínimo de decencia.

Pero la hipocresía impera a sus anchas, la falsedad y el interés, y sobre todo el "todo vale". Este país, desde que yo tengo uso de razón, si es que alguna vez lo he tenido, no ha estado, a mis ojos, más quebrado, más fraccionado. Las diferencias son insalvables, el materialismo atroz que impera, la deshumanización y el desprecio a la cultura y la honestidad campan a sus anchas tal que los cuatro jinetes del Apocalipsis.

El PP volverá a ganar las elecciones, y esto es porque tiene la base sociológica más amplia y más fiel, que le seguirá votando, aunque mucha gente de derechas lo haya dejado de hacer.

El PSOE, a pesar de todo, se mantendrá, pues 34 años de pirámide administrativa no se pueden derrumbar en una hora, eso lo sabemos muy bien los asturianos y los andaluces, en especial.

Podemos, por mucho que Pablo Iglesias lo intente, no llega, pues le falta el calado necesario para vertebrar un país, lo que a los otros les sobra, a estos les falta, además de dejar en evidencia, procesos mentales que comentaré al final del post.

Y queda Ciudadanos, ¿qué decir de Ciudadanos? Estaban los del Cara al Sol con la camisa nueva, y luego ellos, que son más bien los del Cara al Sol con la corbata nueva, sobrepasando en oportunismo la mejor de las expectativas.

Pero todos son un reflejo de España, de un país que se desangra por los cuatro costados, sin posibilidad alguna de llegar a un acuerdo para alcanzar un objetivo concreto. Si la envidia es el deporte nacional, los viejos complejos, con la picaresca a la cabeza, lleva a que el axioma de joder al prójimo alcance el estatus de una verdad de fe no reconocida pero llevada al Altar de la Caja Tonta, gracias a la infalibilidad de sus mesnadas televisivas, dedicados en cuerpo y alma a instaurar sus dogmas, propios de la más oscuras pesadillas de Rouco Varela.

Marx en el capítulo V de su libro El 18 Brumario de Luis Bonaparte caracteriza al lumpemproletariado de la siguiente manera:

Bajo el pretexto de crear una sociedad de beneficencia, se organizó al lumpemproletariado de París en secciones secretas, cada una de ellas dirigida por agentes bonapartistas y un general bonapartista a la cabeza de todas. Junto a roués arruinados, con equívocos medios de vida y de equívoca procedencia, junto a vástagos degenerados y aventureros de la burguesía, vagabundos, licenciados de tropa, licenciados de presidio, huidos de galeras, timadores, saltimbanquis, lazzaroni, carteristas y rateros, jugadores, alcahuetes, dueños de burdeles, mozos de cuerda, escritorzuelos, organilleros, traperos, afiladores, caldereros, mendigos, en una palabra, toda es masa informe, difusa y errante que los franceses llaman la bohemia: con estos elementos, tan afines a él, formó Bonaparte la solera de la Sociedad del 10 de diciembre, «Sociedad de beneficencia» en cuanto que todos sus componentes sentían, al igual que Bonaparte, la necesidad de beneficiarse a costa de la nación trabajadora


Esto es lo que decía Karl Marx, sobre el ascenso al Poder en Francia, en su época, del sobrino de Napoleón, Luis Bonaparte, Napoleón III, fundador del Segundo Imperio de aquel país vecino. Y ahora comprobemos lo que repite Pablo Iglesias...

Voy a seguir leyendo a Norman Mailer, después de leer "Un sueño americano", y "Los desnudos y los muertos", sigo con "La canción del verdugo", premio Pulitzer en Estados Unidos en 1980, seguiré con Truman Capote, para acabar con Alfred Tennyson, poeta insigne británico de la época victoriana. Tras de eso, debería buscar algo de Walt Whitman, lo que encuentre por la biblioteca de Avilés.

Gracias al PSOE local por los libros, es lo único que en estos tiempos, ya casi perdida la sabiduría transmitida oralmente, nos ayuda a tener la mente abierta.

Todavía voy a volver a votar al PSOE. Al menos gracias a ellos, leo. Y eso. No es moco de pavo.

MEMORIA

Y resbaló el amor estremecido
por las mudas orillas de tu ausencia.
La noche se hizo cuerpo de tu esencia
y el campo abierto se plegó vencido.

Un ayer de tus labios en mi oído,
una huella sonora, una cadencia,
hizo flor de latidos tu presencia
en el último borde del olvido.

Viniste sobre un aire de amapolas.
Como suspiros estallando rojos,
bajo el ardor de las estrellas plenas,

los labios avanzaron como olas.
Y sumiso en el sueño de tus ojos
murió el dolor en las floridas venas.

DIONISIO RIDRUEJO JIMÉNEZ*


* Dionisio Ridruejo Jiménez (Burgo de Osma, Soria, 12 de octubre de 1912 – Madrid, 29 de junio de 1975) fue un poeta español perteneciente a la Generación del 36 o Primera generación poética de posguerra. Participó como falangista en el bando de Franco, pero ya desde 1941 su distancia con el nuevo régimen se iniciaba, consumándose al año siguiente con la dimisión de sus cargos. Desde entonces, se enfrentó al franquismo, sufrió cinco años de destierro y unos meses de cárcel; manteniendo cierta libertad de acción, luchó hasta el final de su vida por las libertades, uniéndose con la oposición democrática.

martes, 3 de mayo de 2016

The Expanse: La miseria del Espacio Profundo

Las personas, en ocasiones, se creen existen en la frontera, y sí que es cierto que se delimitan a ciertos lugares de la Tierra en los cuales está permitido disparar.

La primera cosa que tratan de inculcarte en la Facultad de Derecho, sin tener en cuenta si has leído algo, o no, si siquiera tienes una idea propia sobre las cosas que dominan el mundo, es, que el Monopolio de la Violencia la tiene el Estado, y como tal, en virtud de su capacidad de dirimir entre el Bien y el Mal, establecen las normas por las que te has de conducir.

Se instaura, un Ejército, con las armas necesarias para, y como en el caso de España, mantener el perfil mínimo adecuado, y sobre todo, al contrario, una Policía, que mantiene el orden.

Suelen quejarse los militares españoles, que su número es objetivamente muy inferior al de otros países, mas de la misma manera no dicen que el número de policías es muy superior a la media del resto de los países de la Unión Europea.

Y no es porque estos funcionarios tengan precisamente capacidad para hacer defensa de nuestra Patria si fuese el caso.

El viejo pacto, ya de antes de nacer nosotros, consistió en esto. Mantener el organigrama, y la vieja estructura.

Porque aunque tú me pierdas yo siempre me encuentro contigo.

En la Ciencia Ficción, hay guionistas que gracias a Dios se imaginan otros mundos, más allá de la catetada, olvidándose de los detalles a los que la vida llevan los pies.

En el Espacio Profundo ni hay olores, ni sonido, ni alaridos que te pidan perdón, es como un callejón en Barcelona viendo a una niña perder la vida.

Es como hablar a Dios.

Cuando no te escucha.

Y ya no te acuerdas de nadie.

En el Espacio Profundo, en la inmensidad interestelar, vamos flotando hacia el infinito.

Hacia nuestro pequeño Planeta.


El Imperio contraataca

Hay cosas en este extraño mundo que por mucho que se lleven al límite, se acorralen y se sacudan contra los nuevos y resplandecientes muros de hormigón y acero forjado, no acaban por desaparecer.

Es una luz arcana la que muestra el camino, escondiendo la antigua y eterna llama que guarda los secretos de la existencia.

Renuncias a la fama, y a la gloria, a todo aquello, que falsa y vanamente trata de marchitar la corona de laurel que les espera a los que han sabido ser más fuertes que las falsedades de la propia vida.

Y es que va a ser verdad que lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad, tal que un viejo y curtido general de las legiones de Roma, Francesco Totti, exhala el espíritu de aquel Imperio inmemorial,

Un Ser, que por mucho que pasen los siglos no se agota, una realidad ultraterrena que pervive, respirando y marchando al paso que marca el valor, al desfilar bajo la cadencia de los ritmos de la luz y los compases del tambor.

En esta decadencia, en el Ocaso de Roma, los viejos gladiadores se resisten a renunciar a su pedazo de historia.

En la Arena del Circo ya no se dibuja la estela de la sangre, mas se respira y se siente el incandescente fulgor de aquellos que sueñan con verte y se mofan del monigote que pinta la
muerte.