martes, 3 de mayo de 2016

The Expanse: La miseria del Espacio Profundo

Las personas, en ocasiones, se creen existen en la frontera, y sí que es cierto que se delimitan a ciertos lugares de la Tierra en los cuales está permitido disparar.

La primera cosa que tratan de inculcarte en la Facultad de Derecho, sin tener en cuenta si has leído algo, o no, si siquiera tienes una idea propia sobre las cosas que dominan el mundo, es, que el Monopolio de la Violencia la tiene el Estado, y como tal, en virtud de su capacidad de dirimir entre el Bien y el Mal, establecen las normas por las que te has de conducir.

Se instaura, un Ejército, con las armas necesarias para, y como en el caso de España, mantener el perfil mínimo adecuado, y sobre todo, al contrario, una Policía, que mantiene el orden.

Suelen quejarse los militares españoles, que su número es objetivamente muy inferior al de otros países, mas de la misma manera no dicen que el número de policías es muy superior a la media del resto de los países de la Unión Europea.

Y no es porque estos funcionarios tengan precisamente capacidad para hacer defensa de nuestra Patria si fuese el caso.

El viejo pacto, ya de antes de nacer nosotros, consistió en esto. Mantener el organigrama, y la vieja estructura.

Porque aunque tú me pierdas yo siempre me encuentro contigo.

En la Ciencia Ficción, hay guionistas que gracias a Dios se imaginan otros mundos, más allá de la catetada, olvidándose de los detalles a los que la vida llevan los pies.

En el Espacio Profundo ni hay olores, ni sonido, ni alaridos que te pidan perdón, es como un callejón en Barcelona viendo a una niña perder la vida.

Es como hablar a Dios.

Cuando no te escucha.

Y ya no te acuerdas de nadie.

En el Espacio Profundo, en la inmensidad interestelar, vamos flotando hacia el infinito.

Hacia nuestro pequeño Planeta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario